Día Mundial de la Esclerosis MúltipleLa medicina personalizada está llegando ya a la Esclerosis Múltiple. En un día como hoy, parece necesario realizar una reflexión sobre la situación de la investigación de la EM en España, desde dónde y adónde hemos llegado y qué puede ocurrir en este momento.

La investigación en EM ha aumentado de forma exponencial y los registros al respecto son concluyentes, tanto en lo que respecta al número de publicaciones como al impacto que éstas tienen a nivel de los estudios bibliométricos internacionales.

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Si hace 100 años Santiago Ramón y Cajal comentaba la dificultad que representaba investigar en un país en que la mayoría de la población era analfabeta, donde además el reconocimiento a los investigadores era inexistente, hoy la percepción de la sociedad respecto a éstos ha cambiado radicalmente y en una reciente encuesta se señalaban a los médicos y a los investigadores como las dos profesiones más respetadas en nuestro país.

Pues bien, los investigadores de nuestro país que trabajan o han trabajado en EM se encuentran, sin duda, entre los más prestigiosos del mundo, y muy pocos países pueden compararse al nuestro en este punto.

Hablar de investigación en EM de punta en el mundo es, por tanto, hablar de investigación en EM en nuestro país. La investigación está totalmente globalizada, y sólo los que se descuelgan del globo dejan de participar. Por ahora, nosotros estamos ahí y debemos seguir estando.

 

La Esclerosis Múltiple hoy

La EM es una enfermedad que ha dejado de ser maldita, sabemos diagnosticarla, tratarla, manejarla e incluso prevenirla en parte

Recientemente, se han publicado datos que demuestran que los pacientes que llevan 21 años de tratamiento ganan años de vida respecto a los que se tratan 2 o 3 años mas tarde, lo que confirma la necesidad del tratamiento precoz, lo antes posible, una vez realizado el diagnóstico de certeza.

La existencia de tratamientos que modifican el curso natural de la enfermedad no hace más que crecer en los últimos años gracias a la colaboración entre los clínicos y la investigación, sobre todo de los laboratorios, que han gastado mucho dinero para lanzar al mercado productos cada vez más eficaces sin perder la seguridad imprescindible en una enfermedad como la EM, cuya mortalidad es mínima.

Los investigadores clínicos han utilizado estos productos cada vez más eficaces de forma cada vez más segura, a veces incluso personalizando el riesgo. Por ejemplo, hoy podemos predecir qué pacientes pueden tener una complicación grave, como la leucoencefalopatía multifocal progresiva (LMP), en pacientes tratados con un medicamento muy eficaz, el natalizumab, determinando los anticuerpos contra el virus JC que la produce. En el caso de que estos anticuerpos sean positivos podemos buscar otra alternativa terapéutica o ser muy cuidadosos en el seguimiento evolutivo de los pacientes para evitar las consecuencias graves de la LMP. En el caso de que el paciente no haya estado en contacto con el virus JC, no tendrá anticuerpos y, por tanto, no tendrá riesgo de padecer esta enfermedad, a no ser que tenga contacto con el virus.

 

Investigación de nuevos tratamientos

Muchas otras posibilidades se acaban de comentar estos últimos días, en la Academia Americana de Neurología, por ejemplo, tratamientos más potentes que, si se eliminan sus mayores riesgos, pueden convertir a la enfermedad en una noxa sin actividad, que sin poder considerarla totalmente curada o controlada, sí puede convertirse en una enfermedad inactiva.

No sólo los tratamientos per se pueden conseguir este objetivo sino también la asociación de tratamientos que tienen mecanismos de acción distintos y, por ello, probablemente complementarios. Recientemente se han comunicado en la Academia Americana de Neurología los datos del primer estudio, que comenzó en el año 2005, utilizando acetato de glatiramero en combinación con Avonex. La seguridad de esta mezcla ha sido muy buena y en algunos aspectos la combinación de los dos productos da resultados mejores a su uso de forma no combinada.

La aparición de medicamentos orales cada vez más seguros da opción a la utilización de combinaciones muy atractivas entre productos de diferente mecanismo de acción. La teriflunomida, por ejemplo, se está empezando a combinar en ensayos clínicos con los interferones beta, cuando éstos no muestran suficiente actividad.

Pero las mejores noticias vienen del campo de la investigación. La EM es una de las enfermedades más estudiadas y, por ello, también la que mejores resultados está obteniendo.

Por primera vez estamos investigando no sólo para las fases secundariamente progresivas (natalizumab) de la enfermedad sino también para las primariamente progresivas (fingolimod y ocrelizumab). Si estos estudios fueran positivos dispondríamos por primera vez de tratamientos para esta forma de enfermedad.

Las células madre son ya otro medicamento disponible para iniciar ensayos clínicos, lo que es ya una realidad y, aunque no tenemos datos de eficacia, la seguridad parece garantizada, al menos con las dosis que se ha comenzado.

Probablemente el tratamiento final para la EM no sea un sólo fármaco sino la utilización racional y selectiva en cada paciente del medicamento o los medicamentos adecuados, utilizando todos los recursos de los que disponemos: resonancia magnética, biomarcadores en suero o LCR, estudios genéticos de repuesta al tratamiento, biomarcadores para la prevención de eventuales complicaciones; en fin, la medicina personalizada está llegando a la EM.

 

Dr. Guillermo Izquierdo Ayuso
Jefe de la Unidad de EM del Hospital Virgen Macarena de Sevilla
Presidente de la Sociedad Andaluza de Neurología
Presidente del Consejo Médico Asesor de AEDEM-COCEMFE

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