Quizás en alguna ocasión te has preguntado si cuando se monta a caballo se hace deporte, ya que siempre se dice que el caballo es quien trabaja, pero eso es un falso mito, ya que la Equitación es un deporte muy completo, ayudando a mejorar nuestra postura corporal, tonificación de músculos, mejora del equilibrio y movilidad, además de los beneficios psicológicos que aporta. La Equitación es el deporte más completo junto a la natación.

 

Si este deporte lo adaptamos a diferentes necesidades según el usuario, pasaremos a realizar Equitación Terapéutica, que es una terapia complementaria dirigida a personas con discapacidad o limitación psíquica, física, sensorial, cognitiva y/o problemas de adaptación social, a través de la motivación que genera el caballo como instrumento terapéutico. Se considera que esta terapia es capaz de conseguir nuevos estímulos complementarios a los logrados con tratamientos tradicionales, ya que con las técnicas convencionales el paciente no experimenta la diversión, el placer y la alegría que sienten al montar a caballo, consiguiendo así, mejores resultados.

En Equinoterapia Alecliba, trabajamos con el objetivo de conseguir la mejora y la mayor autonomía de nuestros usuarios utilizando el caballo como instrumento terapéutico. Las sesiones tienen una duración de cuarenta minutos y se realizan con el caballo más apropiado para cada persona, teniendo siempre en cuenta sus características y necesidades, estando en cada sesión un terapeuta especializado y con experiencia en el ámbito de la discapacidad y la equitación, además de contar con un ayudante/voluntario, encargado de dirigir el caballo, o como apoyo, en caso de dirigir el caballo el propio usuario. 

La Equitación Terapéutica se sustenta en tres principios terapéuticos que actúan en todo momento sobre el jinete, sea o no, persona con discapacidad.

– Cuando una persona monta a caballo recibe la transmisión del patrón fisiológico de la marcha humana en ‘sedestación’, esto quiere decir, que nuestro movimiento sobre el caballo es prácticamente el mismo que realizamos al andar, mejorando por tanto la estabilidad y coordinación de cabeza y tronco, que se adquiere gracias a la marcha humana. Se pueden realizar numerosos ejercicios para mejorar o restablecer la simetría corporal. 

– El caballo tiene una temperatura corporal de 38º, siendo superior a la del ser humano, por lo que por el calor que desprende y su movimiento al andar, aumenta el flujo sanguíneo del jinete, dando lugar a la reducción de espasticidad en miembros inferiores, facilita la distensión ligamentosa y relajación muscular que puede llegar a durar incluso 6 horas después de una sesión de Equinoterapia. Gracias a todo esto aumenta la estimulación sensorial, lo que añadido al movimiento rítmico y suave del caballo, genera sensación de seguridad y protección, lo que favorece la autoconfianza.

– El caballo se mueve en tres aires, siendo éstos el paso, trote y galope, aunque el paso es el más utilizado durante las terapias. El caballo transmite entre 90 y 110 impulsos por minuto al paso gracias al movimiento de su dorso, llegando a los miembros inferiores, cintura pélvica y columna vertebral (estimulación músculos erectores de la espalda) del jinete. Estos impulsos llegan a la cabeza del paciente por medio de la columna vertebral, provocando reacciones de enderezamiento del tronco y equilibrio. 

Además, gracias a estos impulsos que nos transmite el caballo con su movimiento, influye beneficiosamente en el movimiento intestinal estimulado principalmente por el movimiento pélvico, mejorando las irregularidades de la digestión provocadas en ocasiones por la falta o imposibilidad de movimiento locomotor.

Es destacable la mejora que se puede apreciar en el área psicomotriz, mejorando el tono, equilibrio, mejora de la coordinación y la disociación de los movimientos, favoreciendo la adquisición de la lateralidad y mejora de la percepción del esquema corporal. Además, mejora la relación social con las demás personas, mejora la atención, llevando a cabo por tanto el aumento de autoestima, dando lugar a mayor confianza en sí mismo.

Además de todos estos beneficios, esta actividad facilita diversos aprendizajes relativos al cuidado y preparación del caballo además de las técnicas de equitación.

Por lo tanto, esta actividad es muy beneficiosa para aquellas personas que padecen Esclerosis Múltiple, pudiendo mejorar el equilibrio, la atención, la marcha, mejorando el tono, coordinación y disociación, además de conseguir una mejora en autoestima y autoconfianza a través de la realización de esta actividad, que en ocasiones y según el grado de afectación es posible realizarla, prácticamente de forma independiente, teniendo siempre en cuenta la fatiga y si ha tenido recientemente un brote, en caso de ser remitente recurrente. 

A nuestro centro acuden usuarios con múltiples patologías, entre ellos, Javier, que padece Esclerosis Múltiple. Cuando hablamos con él y le preguntamos por qué acude a nuestro Club Hípico, nos dice ‘Me lo aconsejó una doctora de rehabilitación de la asociación, me comentó que para algunas de las secuelas que me han quedado de la Esclerosis Múltiple, en su opinión, sería positiva’, y añade: “Cada vez estoy más convencido de que seguiré mejorando en estabilidad, equilibrio y elasticidad y, sobre todo, seguir disfrutando de esta actividad, que la Equino Terapeuta que me la imparte consigue de una manera amena y ordenada, que vaya mejorando de mis secuelas”.

Para llevar a cabo esta actividad con la mayor profesionalidad y para conseguir los mayores objetivos contamos con profesionales titulados en Terapia Ocupacional y Fisioterapia especializados en la actividad de Equinoterapia Alecliba. Para más información, www.alecliba.com.

Alba Aguayo Álvarez

Terapeuta Ocupacional Experta en Equitación Terapéutica

 

 

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