La mayoría de las personas a las que nos gustan los perros sabemos que pueden ser excelentes compañeros de juegos, que nos transmiten confianza, afecto y que son capaces de percibir nuestros estados físicos y emocionales. Pero la realidad es que pueden hacer muchas más cosas por nosotros.

 

Perros de Asistencia para Esclerosis Múltiple

Todos conocemos la labor que la Fundación Once del Perro Guía viene desarrollado en la entrega de perros guía para personas ciegas en nuestro país. No es tan común sin embargo, encontrarnos con personas con otros tipos de discapacidad que disfruten de la ayuda de un Perro de Asistencia. En otros países de nuestro entorno y América, este recurso está muy difundido. En Inglaterra, Bélgica o Francia llevan décadas entrenándolos para mejorar la autonomía e independencia de personas con diversidad funcional.

Un Perro de Asistencia deberá disfrutar del acceso a todos los lugares a los que acceda su usuario. Afortunadamente, cada vez son más las personas que conocen su existencia y que no pueden ser tratados como “mascotas”, son aceptados en la mayoría de los lugares públicos y poco a poco la legislación autonómica va adaptándose a esta necesidad.

Internacionalmente también se han creado instituciones que regulan los estándares necesarios para mejorar las áreas de entrenamiento, ubicación y la utilización de los perros de asistencia, así como la formación de los equipos de entrenamiento, los voluntarios y por supuesto la educación de la población acerca de estos animales. No obstante, el desconocimiento de algunos propietarios de tiendas o espacios públicos, aun da lugar a situaciones que pueden resultar de sobra también conocidas para las personas con diversidad funcional, aunque no sean usuarios de perros de asistencia.

Por tanto es muy importante que el perro vaya correctamente identificado y su guía porte la documentación que acredita que recibe la ayuda de un Perro de Asistencia y que cumple con todos los requisitos solicitados por la ley.

La legislación difiere entre unas comunidades autónomas y otras, pero todas las que  tienen regulado el acceso de Perro de Asistencia a espacios públicos cumplen con este requisito. En Madrid no ha sido hasta junio de 2015 cuando se ha publicado la ley correspondiente. Otras comunidades como Galicia, Valencia, Andalucía y País Vasco lo hicieron antes.

Pero, ¿Qué es un Perro de Asistencia?

“Perro de Asistencia” es un término genérico que se atribuye a diferentes categorías de perros entrenados para diferentes necesidades.

La primera y más conocida probablemente es la del “Perro Guía”. Estos son entrenados específicamente para personas invidentes, ayudando a los usuarios a salvar obstáculos o cruzar calles sin poner en riesgo su vida.

Los “Perros de Señal” son los que asisten a personas sordas. Avisan a sus usuarios del timbre de la puerta, el reloj del horno o el llanto de su bebé. También pueden avisar de riesgos inminentes como una alarma por fuego adoptando posturas específicas.

Los “Perros de Alerta Médica” serían aquellos que detectan con suficiente antelación los ataques que pueden sufrir personas con epilepsia, diabetes u otro tipo de enfermedades. Entre ellos podemos distinguir aquellos que están entrenados para ayudar tras un ataque o crisis, activando una alarma, despertando al usuario, acercando el teléfono o la medicación necesaria. Otros en cambio, pueden prever estos ataques y alertar al usuario o a su entorno de que este se va a producir, posibilitando la toma inmediata de la medicación necesaria para inhibirlo o aminorarlo.

Actualmente se están también entrenando perros de ayuda para personas con Autismo, demostrándose su validez en los momentos de crisis o de huida.

Los llamados “Perros de Servicio” serían aquellos que ayudan a personas con dificultades motoras, a menudo en silla de ruedas, con necesidad de muletas o bastones. Estos perros son entrenados para facilitar a sus usuarios mayor autonomía e independencia, aprenden a recoger y traer objetos que caen al suelo, traen objetos necesarios en momentos puntuales como la medicación o el teléfono, ayudan a vestirse y desvestirse al usuario, a pulsar interruptores de emergencia o llamar a otras personas para pedir ayuda en el caso de que sea necesario. Estos son los  perros  que son específicamente utilizados en EM.

¿Qué puede hacer un Perro de Asistencia para una persona con Esclerosis Múltiple?

Dado que la Esclerosis Múltiple tiene muchas facetas y momentos impredecibles, nosotros solemos hablar del “entrenamiento abierto”, es decir, que podamos adaptar el perro a las necesidades del usuario. Es muy importante entender que el perro que entrenamos lo está única y exclusivamente para la ayuda a la persona a la que es destinado y para sus necesidades específicas.

Perros de Asistencia para Esclerosis Múltiple

Lo primero que hacemos es reconocer cuales son las habilidades que harían la vida más fácil a la persona que va a recibir el perro. Tenemos usuarios en silla de ruedas eléctrica y otros que utilizan scooter eléctrico. Los mismos usuarios pueden llegar a utilizar muletas, bastones o andadores en otras ocasiones. A veces la movilidad puede reducirse en el tronco, miembros superiores o en los inferiores. Teniendo en cuenta todas las posibles necesidades, trabajaremos con el perro dejando abierto el entrenamiento de nuevas habilidades a medio y largo plazo.

La selección del Perro de Asistencia pasa por un test especializado de temperamento, aptitudes y por un programa específico de salud e higiene, además de valorar las necesidades y características físicas del usuario, su estilo de vida y familia.

Pero antes de iniciar su adiestramiento, un Perro de Asistencia deberá conocer perfectamente cuál debe ser su comportamiento en público, es decir, será un perro perfectamente educado. La Federación Internacional de Asociaciones de Perros de Asistencia (ADI) establece unos mínimos que la Fundación Canadd Internacional aplica:

de Perros de Asistencia (ADI) establece unos mínimos que la Fundación Canadd Internacional aplica:

“Un Perro de Asistencia debe presentarse en público debidamente limpio y arreglado y sin olor desagradable, tampoco hará sus necesidades en lugares inapropiados. Según los criterios de la Fundación Canadd Internacional, aprenderá a hacerlo a la orden del usuario, en el lugar en el que se le ha enseñado (hierba, rejillas, fuera de la acera, etc.). Un Perro de Asistencia no solicitará la atención de la gente en lugares públicos, ni interrumpirá los quehaceres de las personas de alrededor. Tampoco ladrará sin necesidad, ni gruñirá, ni presentará ninguna agresividad contra otros animales o personas. Nunca pedirá comida u objetos a personas en público. Aprenderá a mantenerse tranquilo en el lugar en el que le indique el usuario, debajo de la mesa, bajo la silla de ruedas o en otros lugares donde no bloquee el paso de personas y del propio usuario. Deberá saber llevar a cabo las órdenes en público y en diversas situaciones, y estará habituado al arnés, la correa u otro sistema de control.

Y por último, deberá saber realizar como mínimo, a criterio de la Fundación Canadd Internacional, cinco (para ADI son tres) habilidades diseñadas específicamente para las necesidades del usuario que le guía.”

Tener un Perro de Asistencia puede llegar a ser muy satisfactorio. Toda la familia y los amigos pueden participar en esta aventura. Lo primero que deberemos conseguir es que entiendan que no se trata de una simple mascota o capricho del enfermo. Esto puede ser un verdadero reto. Pero también puede ocurrir que la persona encargada del cuidado principal perciba la llegada del animal como una carga. La decisión de solicitar un Perro de Asistencia, por tanto, debe ser asumida por toda la familia incluyendo a los cuidadores, pertenezcan o no a ella. También será importante tener en cuenta si disponemos de los recursos necesarios para el mantenimiento del animal que solicitamos. Normalmente las entidades que proporcionamos estos entrenamientos  informamos a los usuarios de los costes de mantenimiento que tendrá el animal.

Por otro lado, la dificultad de prever la forma en la que se va a desarrollar la enfermedad, hace necesario que estemos preparados para asumir que tenemos una nueva responsabilidad, a la que deberemos dar respuesta en un caso límite. Esto significa plantearse opciones como la de donde ubicar el animal en un caso de hospitalización, por ejemplo.

En algunos casos deberemos realizar adaptaciones en nuestra vivienda para facilitar el trabajo de nuestro perro. Colgar bolas de tela o pelotas de goma en las puertas para que pueda abrirlas y cerrarlas será algo que haremos habitualmente. Con sorpresa, descubriremos que estas facilidades son también aprovechadas por el usuario. Deberíamos bajar la distancia del suelo de los interruptores de luz y de llamada si fuera necesario, para que se encuentren a una altura accesible para el perro en caso de emergencia. Aprenderemos a colocar objetos de manera accesible para él y a dirigir su instinto en nuestro favor. Pero también es importante ser realista sobre cuáles son las necesidades de la persona con EM y lo que el perro puede ofrecerle.

En otro orden de cosas, el perro puede minimizar el agotamiento del cuidador y mejorar la relación de este con el enfermo de EM. Particularmente porque el tema de conversación principal deja de ser la enfermedad. Esta pasa a un segundo plano, siendo el perro el protagonista de la actividad diaria.

Los roles también se modifican y las relaciones familiares cambian. El usuario de Perro de Asistencia adquiere un protagonismo como guía. El perro es suyo, es él quien lo guía y está entrenado específicamente para sus necesidades, los demás pasan a un segundo plano con respecto al perro. Mejora la independencia del usuario y esto relaja las relaciones familiares con el enfermo.

En algunos casos, el perro podrá ayudar en algunas tareas domésticas, por ejemplo sacando la ropa de la lavadora o recogiendo objetos del suelo. La ayuda en el trasporte de objetos, desvestirse, abrir puertas o cajones, traer la medicación o el agua significan un gran alivio en el día a día de las personas con esclerosis múltiple. Eso sin hablar del entretenimiento que proporciona, la obligatoriedad de salir a la calle y el acompañamiento en el tiempo a solas.

En el caso de haber niños en la familia, aprenden rápidamente cual es el rol del Perro de Asistencia, aprecian su trabajo y lo respetan. Admiten con mayor naturalidad la ayuda en las tareas domésticas y disminuye el estrés que genera la ayuda que deben proporcionar. 

Entre otras posibilidades de mejora, que puede proporcionar un Perro de Asistencia, están las relacionadas con los déficits cognitivos. Puede favorecer la mejora de la atención y la concentración mediante la realización de ejercicios diarios con el perro, puede beneficiar en la percepción sensitiva y obliga a planificar el trabajo diario. También nos ayudará a practicar la comunicación no verbal. En el caso de que tengamos síntomas de deterioro cognitivo, el neurólogo podrá recomendarnos ejercicios (además de los tratamientos que estime oportunos) que podremos adaptar a nuestra relación con nuestro Perro de Asistencia.

Está demostrado que la relación con un perro mejora los trastornos del sueño, el contacto con el perro aumenta el tono muscular, rebaja la intensidad de los espasmos y mejora los estados emocionales vinculados a la depresión y la ansiedad. Ya no solamente por su capacidad tranquilizadora sino porque también nos obliga a realizar un mínimo de ejercicio físico diario.

Perros de Asistencia para Esclerosis Múltiple

También la imagen social del enfermo de Esclerosis Múltiple se ve influida por el binomio perro/usuario:

  • Sensibiliza a la opinión pública de la presencia de los enfermos en la calle, de sus necesidades y limitaciones, así como a los servicios socio-sanitarios.

Se hace “visible”

  • Potencia la evidencia de las barreras para la integración social.
  • Pone en evidencia las barreras arquitectónicas.
  • Populariza y facilita el interés sobre esta enfermedad a la sociedad en general, lo que a su vez estimula la investigación sobre la enfermedad.

Sin embargo, hay determinados condicionantes que deberán ser tenidos en cuenta en primera persona por todos los solicitantes. Algunas de las preguntas que deberemos hacernos serán las siguientes: ¿dispongo de recursos económicos, tiempo y ayuda para dedicar a mi Perro de Asistencia?, ¿seré capaz de sacarle de paseo para que haga ejercicio y haga sus necesidades?, ¿tengo una persona que me ayude y que pueda hacerlo por mí, en el caso de que yo no pueda (lluvia, nieve, calor, hospitalización, etc.)?, ¿dispongo de medios económicos para atender las visitas al veterinario, los requisitos sanitarios, la comida que necesita, los accesorios de entrenamiento, etc.?, ¿seré congruente en el trabajo con mi Perro de Asistencia y utilizaré las técnicas que me proporcionará la Fundación Canadd Internacional?, ¿seré paciente en el caso de que una rutina de entrenamiento falle y capaz de darle la vuelta para que funcione?, ¿estoy preparado para adquirir un compromiso con mi perro durante diez años o más?

Todas estas cuestiones serán de nuevo planteadas en las entrevistas que los representantes de la Fundación Canadd Internacional llevarán a cabo con los solicitantes antes de la aceptación de su solicitud.

¿Cuánto cuesta un Perro de Asistencia?

La preparación de un Perro de Asistencia tiene un alto coste. Son necesarios alrededor de 18.000 euros para completar el proceso. Esta cantidad incluye la adquisición del cachorro, su educación y seguimiento veterinario, su alimentación, los procedimientos administrativos, su entrenamiento, etc. La Fundación Canadd Internacional se financia con su trabajo en el campo del adiestramiento y la formación de profesionales vinculados al mundo veterinario y del adiestramiento, además de las donaciones privadas y las aportaciones que se solicitan a los usuarios con el fin de financiar futuras entregas y proyectos. Hasta el momento las administraciones no contemplan la subvención en la entrega de estos perros como ocurre en otros países de nuestro entorno.

¿Cuál es el proceso de solicitud y entrega de un Perro de Asistencia en la Fundación Canadd Internacional?:

Se realiza la solicitud mediante formulario, correo electrónico o formulario de página Web. Esta solicitud es enviada a la Dirección de la Fundación quien lo pone en conocimiento del Patronato. Si la solicitud está fundada y se considera viable, se concierta y lleva a cabo una entrevista con los solicitantes. En esta entrevista recibirán toda la información que soliciten, se contestará a sus dudas y tras la misma se propone un periodo de reflexión para el usuario y sus familiares. Si deciden continuar con el proceso se les envía por correo electrónico la solicitud formal que deberán firmar y aportar los documentos requeridos en la misma.

Una vez aportados los documentos y firmada formalmente la solicitud, se inicia la búsqueda del perro adecuado para las necesidades del usuario. Esta búsqueda está adecuada, a su vez,  al peso, el tamaño y el sexo de la persona usuaria. Será necesaria también una visita en el domicilio del usuario, a fin de comprobar la accesibilidad de la que dispone, así como las posibilidades de ubicación para el perro. En esta segunda visita, se aporta un nuevo formulario en el que se describen con exactitud las necesidades de ayuda física que requiere el solicitante y su capacidad de movilidad exacta (si es posible apoyarse en muletas, si es capaz de ir al baño solo, si maneja sillas automáticas, etc.) También será necesario conocer su situación en el caso de que se produzcan brotes o empeoramiento, quien puede atenderle y si esa persona está de acuerdo con la entrega. Puede que sea necesario mantener más reuniones para que el usuario conozca el compromiso que adquiere. Una vez realizada la reflexión y asumidos los compromisos, se firma un preacuerdo en el que el usuario se compromete a participar en el entrenamiento y colaborar en todo momento con la Fundación Canadd Internacional. Es el momento en el que también se adquieren los compromisos económicos con la misma, para la ayuda a la entrega de un próximo perro.

Para entonces el cachorro ya ha debido de superar los primeros doce meses de vida y haber recibido la educación social necesaria de modo que puede iniciar parte de su adiestramiento. En el caso de los adultos, el adiestramiento se inicia de forma inmediata.

Se inicia el adiestramiento del cachorro o adulto a nivel adiestrador, haciendo partícipe al usuario de sus avances y permitiéndole el contacto con el mismo. Este adiestramiento puede durar entre cuatro y seis meses dependiendo del animal y las habilidades que se le soliciten. Las horas que debe permanecer un perro en adiestramiento para ser considerado un Perro de Asistencia pueden variar entre 180 y 300 horas.

A partir de que el perro conoce las órdenes básicas de conducta y se le han enseñado las cinco órdenes mínimas para la habilitación como Perro de Asistencia, se inicia la etapa de “acople”. En esta etapa el usuario y el perro deberán conformarse como un binomio indisoluble y el perro deberá desarrollar de forma perfecta todas las habilidades para las que ha sido entrenado.

Una vez que se considera que el perro está perfectamente acoplado al usuario, se habilita definitivamente al perro como Perro de Asistencia y se realiza la entrega formal.

Esta habilitación tiene una duración de un año y deberá ser revisada desde el punto de vista sanitario y comportamental, para su reemisión y revalidación por la FCI.

Todo el proceso de entrega puede tener una duración de entre ocho y dieciocho meses.

Edurne Garay Laucirica

Vicepresidente en Fundación Canadd Internacional

Directora Ejecutiva y de Programas

Fundación Canadd Internacional

Fundación de carácter asistencial y utilidad pública en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Número 28/1.557

C) Núñez de Balboa 118, 1º E, 28026 de  Madrid

 

Delegación Alcalá de Henares

Calle Antequera nº 1, local 3, Alcalá de Henares 28804 Madrid

 

Teléfonos: 91 889 91 98 y 626178457

canaddinternacinal.org

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